El juego de Baccarat ha gozado de una enorme popularidad durante el siglo pasado. Se dice que fue traído a Europa desde Macao alrededor de 1600, volviéndose muy popular, especialmente en Francia, donde los juegos de azar en ‘casas de apuestas’ habían explotado literalmente.
Es un juego de cartas similar pero incluso más simple que el blackjack. En el baccarat básico, la casa es el distribuidor. Por el contrario, en el juego relacionado chemin de fer, o chemmy, el crupier cambia de un jugador a otro. En la versión de Baccarat, ‘punto banco’, parece ir de un jugador a otro, pero en realidad está en manos de la casa.
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Este juego de casino presenta tres o seis barajas de 52 cartas mezcladas y distribuidas desde una caja de cartas llamada ‘zapato’. Los jugadores apuntan a una cuenta total de nueve, o lo más cerca posible, en una mano de dos o tres cartas.
Las figuras y los 10 se cuentan como cero. Todos los demás toman su valor nominal. Las cartas de cada mano se suman para obtener el valor, pero solo el último dígito es significativo, porque las decenas se restan de la suma de las cartas. Por lo tanto, si las dos cartas en una mano son 8 y 5, la cuenta no es 13 sino 3. Una mano que compite con una cara (cero) y un 6 gana porque está más cerca de la cuenta de nueve.
Aunque se juega en dos, el baccarat involucra una cantidad de jugadores que puede variar hasta 14 personas, de hecho, la gente puede apostar incluso si no está jugando, al igual que el blackjack.
Por tanto, antes de la distribución, puede apostar de la siguiente manera:
El banquero reparte dos cartas a los jugadores ya sí mismo, boca abajo del ‘zapato’. Si alguien tiene una cuenta de ocho o nueve, un llamado ‘natural’, pone las cartas boca arriba y gana inmediatamente, excepto cuando el crupier tiene un natural de la misma cuenta, en cuyo caso es un empate y un nuevo uno está repartido. pero no .
A la cuenta de seis o siete, un jugador debe «plantarse», es decir, no toma ninguna carta. Si tiene menos de cinco, el jugador debe solicitar una tercera carta, que se reparte boca arriba. Con exactamente cinco, un jugador puede hacer cualquiera de las dos (pero en la mayoría de los casinos estadounidenses tiene que dibujar).
El banquero debe dibujar hasta un punto por debajo de tres, debe pararse con un punto por encima de seis. Las reglas son estrictas y son las siguientes para el crupier:
Una vez que el crupier ha hecho su movimiento, se muestran las cartas y el jugador con el valor total de las cartas más cercano a 9 gana.
Como puede comprender fácilmente, una vez que haya aprendido las reglas, el juego de Baccarat es realmente fácil. No hay mucho en qué pensar: la suerte es el verdadero motor de los partidos.
En las versiones no LIVE pero con un software de juego, se aplican siempre las mismas reglas: por ejemplo, cómo ganar en las máquinas tragamonedas gracias a números aleatorios se rige por la misma mecánica de juego que se encuentra en el Baccarat. El casino no puede influir en la elección de las cartas de ninguna manera, para la tranquilidad de los jugadores.
¡Buena suerte y diviertete!